domingo, 1 de abril de 2012

Realmente no se que mierda escribir ahora.
Sé que el compromiso con un Blog debe mantenerse de cierta forma.

Pero he de sincerarme, no creo que esto trascienda.
Por que en primera instancia, soy una floja inconstante.
Dos, por que el tiempo del que dispongo para inspirarme hoy en día es prácticamente nulo.

Y mierda, como me jode eso.
El punto es que necesito escribir algo el dia de hoy.

Bueno, hablaré del dia de ayer.
Ayer... como siempre esperé a ciertas amigas durante horas como una webona, por que eso es lo que yo hago.
Esperar.
Una llego, la otra no. Y cigarrillo en mano emprendimos el camino tedioso, soleado y pegajoso hacia la casa de una chica X a la que nunca conocí, y a cuya casa jamás entré. Lo que de hecho me alivia. Cigarrillo en mano. Algo me hace pensar que fumar está muy bien, que es delicioso sentir el humo blanco bajando por mi garganta; me tiene sin cuidado por ahora el daño que pueda ocasionar. Soy joven, solo eso tengo en mi defensa.

Seguimos deambulando tediosas por aquel lugar con mi amiga, esperando a la respuesta de otro amigo para que nos recibiera en la casa de la tal X. Curiosamente, y como siendo que el destino se burlase de mi mala suerte, terminamos a una o dos cuadras de un chico por el que ando mas colada que café. Después de acompañar a mi amiga a la tienda, decidimos regresar al lugar donde se supone que nos íbamos a encontrar con este otro amigo; cuyo celular no recibía señal.
Pero al final todo eso no importó por que felizmente nos lo cruzamos en el camino de regreso.

Asi empezó la de todos los fines de semana. Salir, hablar estupideces, tomar, seguir hablando estupideces, reirse como desquiciado, tomar.
Y entre risas, cigarrillos (nunca ausentes en mi día a día), y cerveza; terminamos en el policlinico de Yanahuara.
Pagando visita a un familiar (nada grave).

El dia del planeta:

Una hora donde cierta gente responsable/chacotera/queaparentasermedioambientalperoenrealidadquieretirarsealoprimeroqueencuentreenlaoscuridad apaga la luz y los aparatos electrónicos.
Una hora sin luz.
Para mi, una noche con tios y primos jugando al teléfono malogrado y otras cosas.
Lo que realmente me hubiese gustado hacer (de no haber sido la única PUTA familia, en toda mi urbanización, que no hizo caso omiso como todos los imbéciles que deciden ser los suficientemente egoistas/dependientes para no apagar sus luces por UNA PUTA HORA) hubiera sido echarme a conversar con ÉL a conversar de los temas universales, de cualquier cosa en verdad.

Ahora es cuando todo pierde sentido, y pasa de ser un Blog, a un diario donde, denuevo, vierto todos mis pensamientos incoherentes.

DIJE YA, ALGO TENGO QUE ESCRIBIR CIERTO?

sábado, 24 de marzo de 2012

Y me quedé dormida con la boca abierta y rezando.

El día de ayer me encontré en una situación de los más desesperante. Paré en seco la película que estaba viendo (es costumbre mía lo de las películas, pero no salgo del mainstream) y me dirigí a mi cuarto, con el celular en mano.
Después de zumbar y dar vueltas por este como un abejorro de esos que tanta fobia me causan, pude acostarme al fin. No es que tuviera ganas de hacer nada más que dejar que esas asquerosas lágrimas resbalasen por mi pómulos. Yo solo quería dormir y olvidarme de ese sentimiento pesado que aveces hay en mis pulmones. Ese sentimiento por el que después termino incomodando a medio mundo como aquellos que van recolectando monedas de a sol para la caridad contra el cáncer, o la fertilidad del mono. Son lo mismo al fin y al cabo.
Me enferma ese sentimiento.

Antes de seguir contando esta pequeña historia de ayer por la noche, siento que tengo algo que aclarar. Como ya mencioné, mis conflictos interiores siempre han sido la causa de mis problemas. Solía tenerme pena por que creía demasiado en los dimes y diretes de la ya consumada sociedad Arequipeña. Hubo de aquellos lloriqueos estúpidos de auto-condescendencia por montón.

Y un problema como aquellos no se resuelve en un abrir y cerrar de ojos, seamos honestos. Asi que ayer me podía encontrar cualquiera, llorando como una marrana. Primero por un motivo, y luego por otro.
La pena por mi misma me duro lo que un bostezo, y después empecé a sentir directo asco por quejarme de llena. Como necesitaba de algún contacto humano. Amén que hablé con una de las personas a las que mas aprecio en este mundo, solo ésta persona me entiende como debe ser.

Llorando por tenerme pena a mi misma, sentirme falta de suerte.
Y después por tenerme ASCO por tenerme pena, de rabia.
Y luego intentando calmarme por que era incorrecto llorar por huevadas.
Pero acto seguido (Oda a mi JODIDO cerebro) incapaz de hacerlo, por que me sentía mal.
Una sátira de adolescencia.

Dentro de ese pequeño ciclo vicioso en el que entré, en algún corto momento de lucidez, se me ocurrió que de verdad ya bastaba  de toda esa tontería infantil. Y me dispuse a rezar. Rezar. Me entraron ganas de agradecer por todo lo que tengo, que es MUCHO. Como en un acto para redimirse de culpas e inmadureces. Agradecí.
Y luego empezaron las preguntas y los porfavores. Demandas? Deseos? Eso no tiene importancia realmente. Estaba pidiendo cosas. Pidiendo respuestas, milagritos baratos. Y así me quedé dormida, entre rezos y balbuceos.
Y que éxtra para darle sabor y drama al momento. Ayer como no me había pasado en un buen par de semanas, no me costó caer en los dulces brazos del tío Morfeo para nada. Había estado sufriendo de insomnio, lo cual no es normal en mi. Ayer el cansancio pudo conmigo.
-------------------------------------------o---------------------------------------------
JA! Esto no es mas que desperdigar esas memorias inservibles que nadie escuchará mas que tu propia subconsciencia y una pagina de internet perdida entre billones.
Hay que ser honestos.